“Yo trabajé 42 años haciendo una operación, éramos una cadena. Yo preparaba el cuello y abotonaba 3 botones, el siguiente abotonaba lo demás y planchaba el resto. Se planchaban mangas y se mandaba a la banda para que la encargada lo revisara. Hasta la fecha no conozco una camisa que salga como la hacíamos nosotros. Porque lo nuestro salía en las revistas. Venía el patrón y nos decía, miren, para que se sientan orgullosos de su trabajo”