Estado de México

En el Estado de México, las personas trabajan en fábricas y talleres que producen para el mercado local y nacional. En los talleres, se elaboran prendas completas o realizan una parte del proceso bajo el sistema de maquila.

Los precios de las prendas elaboradas en los talleres y comercializadas a nivel local responden a la oferta y la demanda del mercado, en el cual participan también clientes o intermediarios de otros estados del país. Con respecto al mercado nacional, las remuneraciones por tareas o productos completos son definidas por las marcas nacionales e internacionales.

Las marcas, contratistas y talleres no ofrecen una relación contractual a los trabajadores ni a las unidades productivas. La vinculación se organiza sólo en función del cumplimiento de la tarea, y la supervisión se concentra en la calidad y los costos y no en las condiciones de trabajo de los productores o maquiladores.

Idea clave: En el imaginario, la mano de obra barata se asocia con la población migrante interna y proveniente de comunidades alejadas de las zonas urbanas centrales. Este fenómeno es una forma de marginación social en el trabajo.

Prácticas positivas: En las fábricas y los talleres, se desarrollan esfuerzos para valorar el trabajo y afianzar las garantías y el respeto a los derechos humanos laborales de las y los trabajadores. Hemos detectado que la experiencia previa de los dueños de talleres en fábricas ha contribuido a la generación de procesos y prácticas de valoración y protección de las y los trabajadores.

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ESTADOS

Estado de México

En el Estado de México, las personas trabajan en fábricas y talleres que producen para el mercado local y nacional. En los talleres, se elaboran prendas completas o realizan una parte del proceso bajo el sistema de maquila.

Los precios de las prendas elaboradas en los talleres y comercializadas a nivel local responden a la oferta y la demanda del mercado, en el cual participan también clientes o intermediarios de otros estados del país. Con respecto al mercado nacional, las remuneraciones por tareas o productos completos son definidas por las marcas nacionales e internacionales.

Las marcas, contratistas y talleres no ofrecen una relación contractual a los trabajadores ni a las unidades productivas. La vinculación se organiza sólo en función del cumplimiento de la tarea, y la supervisión se concentra en la calidad y los costos y no en las condiciones de trabajo de los productores o maquiladores.

Idea clave: En el imaginario, la mano de obra barata se asocia con la población migrante interna y proveniente de comunidades alejadas de las zonas urbanas centrales. Este fenómeno es una forma de marginación social en el trabajo.

Prácticas positivas: En las fábricas y los talleres, se desarrollan esfuerzos para valorar el trabajo y afianzar las garantías y el respeto a los derechos humanos laborales de las y los trabajadores. Hemos detectado que la experiencia previa de los dueños de talleres en fábricas ha contribuido a la generación de procesos y prácticas de valoración y protección de las y los trabajadores.

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ESTADOS

En este estado, identificamos una interrelación entre los factores productivos y los socioculturales, con acentuada presencia de la marginación social, por motivos asociados al origen territorial, étnico y al género, principalmente en las fábricas y en las relaciones comerciales.

En los factores productivos apuntamos una distinción, por un lado, entre los talleres que elaboran productos completos, donde no hay una dependencia hacia las marcas y, por otro lado, las fábricas y los talleres que maquilan para éstas, que a su vez se enfocan en supervisar la calidad, los costos y el cumplimiento de las metas sin observar las condiciones de trabajo.

Testimonio

“Fíjese que en una empresa nos daban preferencia a las mujeres, hasta ganábamos más que los técnicos. En Miro también, es muy raro que le den trabajo a los hombres en tejido, creo que es la política de que la mujer es más responsable. Pero en las demás fábricas sí era mixto, a veces me preguntaba por qué ese hombre hace el mismo trabajo que yo sí es más fuerte, por ejemplo, yo tenía que cargarme los rollos. En otras sólo contrataban mujeres para cosas de tejido, corte y diseño”
Ex trabajadora de fábrica, 51 años

Testimonio

“Casi siempre estoy al pendiente de los comentarios de los trabajadores. Les pregunto cómo van con el trabajo, si se sienten mal o sí quieren de algún material, pues para que se note que buscamos ser justos con el trabajo y que a todos nos vaya bien, por eso busco que me digan cualquier error tanto de mi persona como del proceso de trabajo”
Dueño de taller, 42 años.

Testimonio

“Ahorita hemos seguido con un cliente de tiempo (4 años) y hemos ido incrementando la producción de su pantalón. A pesar de la pandemia, él ha seguido con ventas y eso nos ayudó a mantener el taller, pero también hemos agarrado trabajos de maquila de clientes nuevos que, por lo general, no piden otro trabajo o tardan mucho en regresar, por ejemplo, este que es puro pegado de botón”
Dueño de taller, 41 años

Testimonio

“En esa empresa siempre han sido castigadores en el precio, igual no te permiten tener el flujo en la utilidad. Ellos te controlan el precio, es decir, para que tú puedas ingresar con ellos debes de darles una serie de información: deben saber con quién consigues el producto, qué precio vale la tela y todo eso. Entonces igual ya tienen gente capacitada en costos en base a la producción y pues ya te dicen: ‘te lo puedo pagar a tanto’. Esa empresa ya se hizo como todas, aunque hay otras que están peor. Creo que en algunas si tu producto se vende arriba del 50%, ellos absorben el pago total de la factura, si no pues te devuelven, eso es en lo establecido legalmente”
Dueño de taller, 58 años.

Testimonio

“En el taller no hay seguro, aunque pues ni usamos el seguro, no se me hace una buena atención, pero nos dan aguinaldo y vacaciones, hasta mejor que en una fábrica ni vacaciones nos daban. Acá mi jefe nos dice váyanse dos semanas”
Trabajadora de taller, 45 años
Los trabajadores y trabajadoras, según sus testimonios, se integraron en su adolescencia a la industria y han llevado a sus hijos e hijas a participar en ciertas actividades en los talleres familiares o en otros contextos, como una estrategia formativa (herramientas y actitudes para la vida) o para la generación de ingresos complementarios.

Testimonio

“Aprendí con mi familia, quitando hilos, y pues lo que se necesitara, le entraba, y le fui agarrando el gusto, hasta que logré tener un taller propio. Tuve que entrarle de chico, la hice de albañil los fines de semana con un tío que me jaló, y entre semana por las tardes en el taller. Era difícil con la escuela, pero le echaba ganas, no había de otra”.

 Dueño de taller, 41 años

El funcionamiento de la cadena en esta entidad muestra que los niveles de producción y los talleres han estado expandiéndose. Sin embargo, el valor del trabajo ha estado reduciéndose de manera sostenida. Uno de los efectos inmediatos de esta tendencia es una competencia que disminuye la capacidad de negociación de los talleres y de las y los trabajadores, que terminan aceptando los términos de su contraparte pues “de eso a nada”, siempre es preferible “sacar algo”.

Durante la pandemia, se profundizó la desigualdad en las remuneraciones percibidas por los distintos actores de la industria: en algunos casos, el porcentaje por unidad que recibían quienes confeccionaban directamente algunas piezas de indumentaria era menor al 5% del precio final al que se comercializaba cada uno de estos productos en el mercado.

Es importante considerar que la industria, en esta entidad, se ha desarrollado en contextos periféricos en los que tiende a ofrecer remuneraciones considerablemente bajas que no permiten a las y los trabajadores superar ciertas condiciones de pobreza. La industria insiste en pagarles poco a quienes de entrada tienen varias necesidades insatisfechas y pocas oportunidades.

Es necesario destacar los esfuerzos que de manera simultánea ha emprendido el sector privado en ciertos contextos para:

  • Garantizar y respetar los derechos humanos laborales de las y los trabajadores, a través de la formalización de los vínculos, la definición de jornadas justas o la apertura de espacios de diálogo acerca de las condiciones de trabajo, por ejemplo;

 

  • Promover un equilibrio entre la vida personal y el ámbito productivo, a través de la apertura de procesos de gestión del duelo, dada la pérdida de seres queridos durante la pandemia de COVID-19, o el ofrecimiento de espacios para el cuidado de hijos e hijas.

 

Estas medidas contribuyen a disminuir los riesgos de trabajo infantil, forzoso y trata de personas en la industria de la indumentaria.

Es necesario destacar los esfuerzos que de manera simultánea ha emprendido el sector privado en ciertos contextos para:

  • Garantizar y respetar los derechos humanos laborales de las y los trabajadores, a través de la formalización de los vínculos, la definición de jornadas justas o la apertura de espacios de diálogo acerca de las condiciones de trabajo, por ejemplo;

 

  • Promover un equilibrio entre la vida personal y el ámbito productivo, a través de la apertura de procesos de gestión del duelo, dada la pérdida de seres queridos durante la pandemia de COVID-19, o el ofrecimiento de espacios para el cuidado de hijos e hijas.

 

Estas medidas contribuyen a disminuir los riesgos de trabajo infantil, forzoso y trata de personas en la industria de la indumentaria.

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